
Por Pablo Américo
El nuevo cine de terror
Título Original: It Follows Título Castellano: Te Sigue Estreno: 13 de mayo del 2014 (Cannes) Director: David Robert Mitchell Guión: David Robert Mitchell País de Origen: USA Clasificación: M16 Duración: 100 minutos
Voy a hacer eco de pulsiones imperialistas y recomendar una película de terror en esta semana de Halloween. En verdad, hace mucho quería escribir sobre el nuevo cine de terror y me pareció que hacerlo en estas fechas era un detalle cholulo gracioso. Aunque titule “It Follows”, y voy a intentar centrarme en esa excelente película de David Robert Mitchell (que pronto estrena su segunda película, “Under the Silver Lake”(1)), la verdad es que la intención de este texto es hacerle publicidad a toda una oleada de películas de terror que han sido estrenadas en los últimos años.
En el año 2014 se estrenaron en Sundance las películas “It Follows” y “The Babadook”, ambas representantes del género de terror “indie” y ambas destinadas a ser las mejor recibidas ese año por la crítica dentro de ese sector del séptimo arte que suele ser ignorado por los paladares cultivados. En ambas, una fuerza sobrenatural imposible de detener persigue a los protagonistas. En ambas, también, esta fuerza sobrenatural es una metáfora de la psicología de los protagonistas aunque, y por eso la elijo como insignia de esta columna, en el caso de “It Follows” la metáfora es menos obvia de lo que parece. En ambas películas se hace uso de una atmósfera constantemente perturbadora, dejando de lado la típica construcción “in crescendo” del cine de terror mainstream de los últimos años. Además, ambas películas tienen como “moraleja” (el cine de terror se basa principalmente en moralejas) la idea de que hay fuerzas de las que no se puede escapar, fuerzas tenebrosas con las que se debe aprender a convivir.
“It Follows” y “The Babadook” se unieron a un largo listado de películas que en los últimos años han conseguido crearse cultos y seguidores sin la necesidad de ser parte de las producciones de alto presupuesto y gran despliegue publicitario que colman las pantallas de cine (mayormente centradas en las franquicias de “The Conjuring” y “Paranormal Activity”). Este nuevo cine de terror, mayoritariamente indie, se basa principalmente en la atmósfera, la estética, la construcción de personajes e, incluso, la actuación para crear una sensación de ansiedad e incomodidad constante, en vez de basarse en el terror fácil de los “jump scares”(2). Hay montones de ejemplos: “You’re Next” (2011), “Under the Skin” (2013, más del lado sci-fi que del terror ), “The Witch” (2015), “The Autopsy of Jane Doe” (2016), “Get Out” (2017) e “It Comes at Night” (2017). Este año, en particular, han destacado “A Quiet Place” (un thriller de ciencia ficción que no concuerda con el resto de las películas que vengo mencionando pero que merece aparecer en este texto) y “Hereditary”, que está siendo considerada por algunos “la película más aterradora de la historia” y que pertenece claramente al grupo que estoy intentando delimitar. Puedo decir, resumiendo, que en mi consideración esta nueva oleada del cine de terror tiene como mejores exponentes a “It Follows”, “The Babadook”, “The Witch” y ahora “Hereditary”. Las cuatro altamente recomendables y bastante diferentes entre sí, aunque similares en algunos puntos ya señalados.
¿Y por qué decido centrarme en “It Follows”? Porque pienso que, aunque de las cuatro películas es la que más se asemeja al cine de terror mainstream del siglo XXI (es decir, es fácil trazar la línea entre “It Follows” y “The Ring” de Gore Verbinski, la película que ha definido el género las últimas dos décadas), es al mismo tiempo la que ha permitido una mayor variedad de análisis. “It Follows” hace eco del cliché típico en el cual un grupo de adolescentes son castigados por tener sexo, construyendo un clima de persecución y vigilancia constante, que es acompañado por una banda de sonido que ha sido comparada con los soundtracks de las películas de John Carpenter (3) (quien dio vida al cine de terror moderno en conjunto con George A. Romero).
Con un presupuesto de tan solo dos millones de dólares, lo cual no es nada en términos hollywoodenses, “It Follows” narra la historia de un grupo de adolescentes que son acechados por un demonio de transmisión sexual. El concepto puede parecer un poco ridículo pero su ejecución es más que convincente. Jay (Maika Monroe) tiene una cita con Hugh (Jake Wearly) que termina con ella atada a una silla de ruedas (imagen que se ha convertido en icono de la película) mientras Hugh le explica el concepto de la criatura que comenzara a perseguirla: tras tener un encuentro sexual con quien ha sido “infectado” por este demonio, uno queda condenado a ser perseguido por una figura fantasmagórica que buscara, a toda costa, acabar con su vida. En caso de que Jay muera, el demonio se revertirá a su víctima anterior, es decir, Hugh. Al mismo tiempo, si Jay tiene sexo con alguien le pasara al demonio, al menos hasta que ese alguien muera y el demonio se revierta a él.
El mismo director ha admitido que explicar la trama de “It Follows” la hace sonar como una mala película por lo que voy a volver a repetir que la ejecución es excelente. El film se transforma en una persecución constante, un clima ansioso del que es imposible escapar, acompañado por el ya mencionado soundtrack y excelente cinematografía de un paisaje suburbano norteamericano, inspirada en el trabajo del fotógrafo Gregory Crewdson. La película es una representación perfecta de esas pesadillas aterradoras en que uno se siente perseguido por fuerzas inexplicables. Y, según muchos, es una metáfora sobre las enfermedades de transmisión sexual y el miedo a la iniciación sexual. Y yo vengo a decir que eso es mentira.
“It Follows” no es una fábula perversa sobre el HIV o la “pérdida de la virginidad”. “It Follows” es una historia sobre la muerte. La adolescencia, según la película, es el descubrimiento de la muerte. Es lo que esa molesta sensación de crecer trae aparejado en el fondo. Lo que persigue a Jay y sus compañeros es el constante recuerdo de que en algún momento, hagan lo que hagan, van a morir. Y no hay absolutamente nada que puedan hacer al respecto.
El final de la película, tras una confrontación un poco caricaturesca, ilustra mi punto a la perfección. Jay y Paul no encuentran manera de derrotar a “It” sino que aprenden a convivir con él, que los persigue día y noche, pero ya no les preocupa.
Eso es crecer, lamentablemente. Aceptar que en algún punto estamos condenados a morir.
Y ese es el verdadero drama detrás de la adolescencia.
(1) Protagonizada por Andrew Garfield, Riley Keough (la nieta de Elvis Presley) y Topher Grace, “Under the Silver Lake” se estrenó este año en Cannes, sin lograr ser el éxito apabullante para la crítica que se había vaticinado durante su producción. De todas formas, según se dice, valdrá la pena ver la película cuando se estrene a fines de este año (en la Argentina probablemente no se proyecte, aunque es casi seguro que será fácil de conseguir en plataformas piratas una vez que comience la famosa “screener season”).
(2) El “jump scare” es una técnica que suele utilizarse en el cine (también en videojuegos, series, publicidades y videos virales) en los cuales se produce la aparición repentina de un objeto en pantalla, acompañada de algún sonido fuerte, y por lo tanto se provoca una reacción mecánica de miedo en el espectador. Es considerada una forma barata de asustar a un público y ha sido crecientemente criticado como recurso cinematográfico en los últimos años. “Hereditary”, en particular, hace una genial deconstrucción del jump scare.
(3) El soundtrack de “It Follows”, compuesto por Disasterpeace (Richard Vreeland), ha sido comparado en específico con la música de “Halloween” (1978), el clásico de Carpenter que inventó el género slasher.