Pablo Américo
Staff editorial

Por Pablo Américo

Reinterpretando a Saramago

Unos años antes de lanzar la seguidilla de películas que lo cimentarían como uno de los directores más importantes de los últimos años, Denis Villeneuve dirigió una adaptación de la novela “El Hombre Duplicado” de José Saramago. Se podría argumentar que la obra cinematográfica del director canadiense, hasta el momento, puede dividirse claramente en tres períodos: una primer etapa temprana signada por comedias románticas surrealista de bajo presupuesto y con olor a student film (“Un 32 août sur terre” y “Maelström”), un segundo momento dominado por dramas y thrillers que evolucionan en complejidad y ambición (“Polytechnique”, “Incendies”, “Prisoners”, “Enemy”)(1) y una tercera en la que el director encuentra el gusto por las grandes épicas de acción y ciencia ficción pero manteniendo una sensibilidad poco común en el cine mainstream (“Sicario”, “Arrival” y “Blade Runner 2049”). Si han visto cualquiera de estas películas, especialmente la última triada “pochoclera”, sabrán de lo que estoy hablando cuando adulo la visión estética de Villeneuve.

Existen otras adaptaciones de obras de Saramago, siendo la más conocida “Blindness”  de Fernando Meirelles (una adaptación de “Ensayo Sobre La Ceguera”. protagonizada por Mark Ruffalo, Julianne Moore y Gael García Bernal, que no logró la atención esperada de la crítica y el público) y las menos populares “La Balsa de Piedra” (adaptación holandesa del libro homónimo) y la portuguesa “Embargo” (una adaptación de una historia corta del libro de cuentos “Casi Un Objeto”), además de cortos cinematográficos y películas para televisión. Sin embargo, ninguna de estas adaptaciones han provocado las discusiones y controversias que generó “Enemy”. A pesar de haber sido un fracaso comercial (2), en unos pocos años la película se ha ganado el lugar de “film de culto” y ha pasado a encabezar todo tipo de rankings y artículos online.

La película respeta la base de la trama original de la novela. Adam Bell (Jake Gyllenhaal) es un profesor universitario de historia que alquila una película, por recomendación de un amigo, y descubre que un actor secundario del film es muy similar a él. El actor es Daniel Saint Claire (que en verdad se llama Anthony Claire), y Adam se obsesiona con él, alquilando otros volúmenes de su filmografía para luego pasar en forma directa al stalking. Pronto, Anthony toma consciencia de la existencia de Adam y ambos comienzan a perseguirse mutuamente. Siendo este un thriller hecho y derecho, no voy a contar más elementos de la trama.

El caos es un orden que aún no ha sido descifrado” es la frase de Saramago que Denis Villeneuve eligió para dar comienzo a su largometraje. Esta cita podría ser aplicada a todo tipo de situaciones, pero en este caso su motivación es más que obvia: a pesar de tener una estructura narrativa bastante reconocible, una serie de pequeños detalles (o quizá, una serie de elementos que marcan la película) han sido excusa para escribir montones de artículos y notas reflexionando sobre la verdadera naturaleza de la obra del director canadiense. Sin hacer ningún spoiler, voy a intentar dar algunas claves de lo que yo pienso que sucede en la película.

Para empezar, tengo la impresión de que no se aleja en nada de la obra de José Saramago. Ha sido llamada una “loose adaptation”, es decir, una película que está inspirada en el material original pero que toma un camino diferente. Yo creo que es al revés, “Enemy” es una interpretación perfecta de la obra del autor portugués (que en su base gira en torno a la temática de la identidad y la libertad individual). Mi visión del film no es para nada original, se pueden encontrar artículos mucho mejor planteados analizando la película con una simple búsqueda en Google, pero decidí exponerla con la intención de enlazarla con la reseña de la semana que viene. Cuando se lean las dos piezas, espero que sea posible entender que la intención era girar en torno a un tema de importancia mucho mayor: los regímenes fascistas-totalitarios.

La primera escena significativa dentro de la trama de la película es la introducción a Adam en una situación de clase en la universidad (3). El profesor está dando una lecture (4) sobre el “pan y circo” de los romanos, que presenta como un ejemplo de la manera en que los regímenes totalitarios dominan a las personas a través del entretenimiento. A partir de ese diálogo (monólogo, en verdad) se pueden comenzar a extrapolar algunas claves de análisis: en una película en donde uno de los dos protagonistas es un actor, y en donde se hace alusión a diversas películas, además de varias visitas a un espectáculo erótico underground, se da el primer diálogo importante con una exposición sobre las formas en que el totalitarismo se impone a través del entretenimiento. No mucho tiempo después, Adam camina al lado de un mural en el que hay un hombre dibujado haciendo un saludo nazi. Denis Villeneuve nunca peca de inocencia.

La ciudad que Adam transita, y la película en general, están invadidas por arañas y telarañas, entre otras alusiones arácnidas. ¿Qué implica este simbolismo? ¿Tienen las arañas un significado más profundo o son uno de esos simbolismos vacíos que los cineastas utilizan para deleitar a las audiencias pretenciosas? Yo me inclinó por la primera opción. Aunque posiblemente haya una carga de pretensión y ganas de confundir por parte de los realizadores, las telas de araña esparcidas por la ciudad forman parte de la misma alegoría del “pan y circo”. ¿No será que no nos damos cuenta del cambio de régimen hasta que es demasiado tarde?

En algún punto, estamos ante la inversión del “Waiting for the Worms” de Pink Floyd, acaso la mejor metáfora sobre el fascismo que ha dado la música (5). Quizás los gusanos no fueron esperados o aclamados por nadie, simplemente se instalaron sin que fuese notorio para el ciudadano de a pie. Quizás los gusanos (o las arañas) sean algo que todos llevamos como potencial a realizar.

Y a partir de ahí, las posibles reflexiones que se pueden disparar son infinitas. ¿Es el fascismo una realización del verdadero potencial humano? ¿Representa el régimen totalitario un error, una involución, una evolución o un paso necesario dentro del camino hacia el “progreso”? ¿Es el totalitarismo el objetivo de todo régimen? ¿Es el destino manifiesto de toda ideología conseguir la desideologización? Y sobre esto último creo que recae una lectura que se desprende del film: el momento en el que la ideología se hace intangible, es el momento en que la ideología ha logrado su mayor fortaleza. Sin apoyarme en ninguna justificación teórica, voy a postular que el objetivo de toda ideología es invisibilizarse, alcanzar su lugar como sentido común dentro de una sociedad. Pensar que se habita un espacio desideologizado implica que uno ha interiorizado la ideología con una fuerza que la convierte en incuestionable y esencial para la estructuración de la vida cotidiana. El fin de toda ideología es terminar  con el conflicto, y terminar con el conflicto es terminar con la ideología en su expresión militante, el formato que toma en las trincheras de la cultura, para pasar a la ideología en su expresión del sentido común, la ideología que se hace invisible. La ideología que crece sutilmente como una tela de araña por la ciudad.

Para terminar esta reseña tengo que hacer mención de la otra lectura típica del film, que se aleja de la que yo estoy llevando a cabo, y se acerca a análisis freudianos de la trama y la simbología. Una proposición común es que Adam representa al consciente mientras que Anthony es la subconsciencia (o el ello y el yo). Entiendo que ambas lecturas (fascismo o psicoanálisis) pueden ser perfectamente compatibles. Al respecto, nos dice el director: “(Enemy) es como una exploración dentro tuyo. A veces tenés impulsos incontrolables que vienen desde el subconsciente… son el dictador dentro de nosotros(6).


(1) Para complejizar un poco más, esta segunda etapa puede claramente dividirse en dos. Las dos primeras películas formarían un primer segmento y las otras dos formarían una segunda sección, caracterizada por la decisión de Villeneuve de actuar únicamente como director (a partir de Prisoners deja de escribir los guiones de sus películas) y por el creciente protagonismo de grandes estrellas de Hollywood (Hugh Jackman, Jake Gyllenhaal, Viola Davis, Terrence Howard, Mélanie Laurent, etc.).

(2) “Prisioners” había recaudado más de ciento veinte millones de dólares y “Enemy” sólo logró unos magros tres millones.

(3) Hasta ahora, todas las películas que reseñé han tenido al menos una escena en un aula. Esta es la primera vez que llegó al ámbito universitario. Todas las semanas pienso que a partir de la siguiente voy a abandonar las aulas pero siempre vuelvo. Me pareció un detalle gracioso.

(4) Otra nota al pie random: Hace unos días escuche a un estudiante norteamericano (que por algún lado estaba presenciando una clase de la UBA) quejándose de que nuestras clases eran demasiado largas y que allá las “lectures” nunca duraban tres horas. Por eso no pude resistirme a usar la palabra “lectura” en vez de algún término en español más correcto.

(5) Vuelvo a las referencias a “The Wall” para no perder totalmente el hilo de la semana pasada.

(6) https://www.yahoo.com/entertainment/blogs/movie-news/first–enemy–trailer-is-here–plus–jake-gyllenhaal-s-love-hate-with-director-explained-182049226.html

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Un comentario en «“Enemy”»

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